El Pan de Triticum

Hoy me he reconciliado con el pan. Disgustado estaba yo tras ver cómo en muchos restaurantes, bares y tabernas este alimento indispensable era maltratado. Seco, duro, mucha miga, poca, chicloso, insípido. Descuidado. El pan de los establecimientos hosteleros españoles, en general, está descuidado. Es incomprensible porque es algo que todos los locales te ofrecen y que todo el mundo come.

Pero hoy en Madrid Fusión un joven catalán llamado Xevi Ramon y su equipo me han devuelto la esperanza.

Helena Vaello ha sido la intermediaria que ha propiciado que los compañeros del curso de Periodismo Gastronómico y Nutricional hayamos conocido el trabajo de Triticum. Xevi nos ha llevado de un pan a otro con la pasión de las personas que saben que su producto es bueno y se debe dar a conocer al mundo. No en vano en su blog confiesa que el pan es su pasión y la calidad su punto de partida.

Esponjoso el bizcocho de aceite; sorprendente el pan de algas; el que lleva frutos secos muy tierno y crujientes los que van recubiertos de cereales… Triticum es una apuesta por las mejores materias primas, vengan de donde vengan, y por el buen pan. También es ilusión y proyectos, como la panadería/tienda que próximamente abrirán en Barcelona o un “pan con historia” que están soñando.

Hay pan. Hay esperanza.

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