La cocina asiática lleva algunos años de moda y la oferta es muy amplia. Desde los baratos chinos de barrio hasta los caros y sofisticados japoneses, pasando por los restaurantes tailandeses y los bufet-wok. Pero la culinaria coreana todavía no es muy conocida bien porque las gastronomías vecinas le roban el protagonismo, bien porque no se han abierto muchos establecimientos en las grandes ciudades.
Algunas curiosidades sobre la gastronomía coreana…
· Pretende armonizar el ying y el yang. Las frutas y verduras son ying; son húmedas y blandas y tienen un efecto refrescante. Por otra parte, los fritos, productos condimentados y las carnes rojas son el yang y dan calor al cuerpo. Se puede decir que es una cocina basada en el equilibrio nutricional, de sabores y colores.
· El arroz es el alimento más básico. Es un producto tan importante que hasta el saludo más habitual es «pam mogosoyo«, que significa «¿has comido arroz?».
· La cocina del sur de la península es más picante, aunque los hábitos culinarios en ambos partes son muy parecidos.
· Un hombre nunca bebe solo y no debe servirse su propia bebida. Lo hace un compañero, quien le llena la taza y se la ofrece con ambas manos.
· El producto estrella es el kimchi. Es una conserva que se obtiene tras la salazón y la fermentación de vegetales, carnes o productos del mar. Hay más de 200 variedades, todas las regiones tienen la suya pero la más popular es la de col. Se considera uno de los alimentos más saludables del mundo y en Japón se consume en grandes cantidades por sus propiedades adelgazantes.
El mejor lugar donde disfrutar de esta gastronomía es el restaurante Korea (calle Cristóbal Bordiú 59, en el distrito de Chamberí, al lado de Nuevos Ministerios). Llama la atención que cada mesa cuenta con agujero en el centro donde se instala una pequeña plancha en la que el comensal se puede hacer, por ejemplo, el bulgogi (tiras de carne envueltas en verduras). Imprescindible si se quiere probar verdadera comida asiática lejos de los típicos restaurantes que todos conocemos. Después de comer en Korea, cualquier Muralla China o Gran Dragón nos resultará muy, muy poco.
Jorge Gutiérrez 